El servicio abre los portales al mundo del espíritu. Existen, sin embargo, diferentes clases de servicio, pues en su evolución el ser adquiere características cada vez más amplias y universales.
Existe un servicio en el que se busca el propio bienestar, la propia evolución y el propio equilibrio; éste permite que la consciencia perciba el mundo personal y en él interactúe con armonía.
Existe un servicio en el que se busca el bienestar de los otros, su rescate; éste permite que la consciencia perciba el mundo de las almas y colabore en él.
Finalmente, existe el servicio sin ningún objetivo explicable, la acción gratuita y sin interés por lograr resultados; éste permite que la consciencia perciba el mundo divino y participe en él.
Las almas que reconocen su genuina vocación, que es servir, son llevadas a un entrenamiento progresivo, por medio del cual ascienden de uno de esos niveles al siguiente, con su donación.
+info/Extraído del boletín Señales de Figueira
No hay comentarios:
Publicar un comentario